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Carta Abierta AL Director Del Diario EL PAÍS y a su Corresponsal en El MAGREB, IGNACIO CEMBRERO

 

Ha sido necesario que el salafismo haya amenazado de muerte al intelectual amazigh (beréber) Ahmed Assid para que el diario EL PAÍS se acuerde de la existencia del pueblo autóctono de Marruecos (véase EL PAÍS del 9 de mayo de 2013). Y para que su corresponsal en el Magreb, Sr. Ignacio Cembrero, escriba sobre un tema que no aborda desde hace años y que ya entonces trató en escasísimas ocasiones. Toda la polémica desatada por el pensador laico Assid, pidiendo la revisión del contenido de los manuales escolares, ya fue abordada en un anterior artículo del Sr. Cembrero (véase "Los beréberes exigen ante la justicia de Marruecos la revisión de la historia" en EL PAÍS del 2 de junio de 2004). En dicho artículo este corresponsal menciona como informador a un tal Ilias El Omari, que aparece como uno de los firmantes de la petición para modificar los manuales escolares y de la denuncia contra el ministerio de educación nacional del Reino de Marruecos, cuando en realidad este señor no tenía protagonismo alguno en la iniciativa del activismo amazigh... Y lo más sorprendente de todo es que el Sr. Cembrero reconoce abiertamente que personas muy próximas a la cúpula del Partido Autenticidad y Modernidad (PAM) y a su propio propulsor, Fouad Ali El Himma, son sus mejores fuentes de información sobre Marruecos.

Las cofradías religiosas, la zaouias, reunidas recientemente en Fez se habrían percatado de que son estos señores precisamente los que intentan instrumentalizar a Ahmed Assid para desprestigiar la genealogía de los descendientes del Profeta, a los chorfas, según ha revelado el portal de informaciones Lakome.com. ¡Con su obsesión por atacar continuamente las políticas del Partido para la Justicia y el Desarrollo (PJD), el intelectual parece compartir las tesis ideológicas del PAM, partido de la administración fundado por un ex ministro de interior, que las del propio movimiento amazigh! De ser así se podría entender que se está tratando de provocar de forma intencionada un conflicto artificial del salafismo contra la corriente laica, situando como objetivo central a los militantes amazigh, quienes desde siempre han enarbolado la bandera de la laicidad como condición sine quae non para la democratización de un país musulmán, como ocurre en Turquía. La cúpula del PAM manipula este hecho, seguramente con el fin de atacar y desestabilizar al partido de sus adversarios islamistas, el PJD del presidente del gobierno, Abdelillah Benkirane, incluso a riesgo de conducir al país hacia una suerte de guerra civil, algo similar a lo que ha ocurrido en Gdeim Izik, tal y como algunos de los procesados saharauis han denunciado ante el juez, y que EL PAÍS omitió de señalar.

La pregunta que se nos plantea es por qué.
A fin de cuentas el objeto último de las oscuras maniobras del núcleo conservador y duro del Majzén, del poder sultaniano extremadamente racista y anti-amazigh, es mantenerse intocado, por encima de la ley, reforzando el aparato represivo del estado y el boicot de cualquier cambio positivo del sistema, de cualquier avance hacia la monarquía parlamentaria efectiva que anhela el pueblo marroquí y que el movimiento amazigh reivindica desde su creación, lo mismo que los jóvenes del 20 de Febrero han exigido en sus valientes manifestaciones. Sobre estas mismas movilizaciones el corresponsal de EL PAÍS gastó mucha tinta para no mencionar casi nunca el papel y participación activa de los revolucionarios amazighes en dicha "primavera democrática de los pueblos", un concepto más adecuado que el de "primavera árabe", que el Sr. Cembrero acostumbra a invocar en sus artículos, como si no viera en dichas manifestaciones regulares, numerosas, las multicolores banderas de la causa amazigh a lo largo y ancho de Marruecos. ¡E incluso en Rabat, donde hemos tenido la ocasión de intercambiar saludos el Sr. Cembrero y yo mismo! Incluso este hecho pasó desapercibido para el periodista en la más concurrida de todas estas manifestaciones, la protagonizada por los jóvenes amazighes de la provincia de Alhucemas, en el Rif, donde se tiraron y quemaron cinco cadáveres en una sucursal bancaria. ¡Un acto criminal aún sin esclarecer y cuyos auténticos responsables se mantienen impunes!

Debo reconocer que en mi juventud el diario EL PAÍS, que leía sin falta, tuvo un papel esencial para mi conocimiento de la lengua castellana. No obstante, al final tuve que dejar de seguirlo por la actitud discriminatoria - e inexplicable - sobre la cuestión amazigh. Una actitud caracterizada por la marginación, la ignorancia y, sobre todo, la falta de sensibilidad enarboladas por su corresponsal, como si los amazighes como pueblo, comunidad o simples ciudadanos, no existieran en la geografía de los países norteafricanos, ni tan siquiera en la propia Península Ibérica, sabiendo que la historia de España está profunda e íntimamente ligada a la del pueblo amazigh. Incluso la antropología genética ha sentenciado que los antepasados de los iberos y de los amazighes actuales son los mismos, a saber, los ibero-maurenses y/o los capsienses, también llamados proto-mediterráneos.

Salvo algunos rarísimos reportajes el diario EL PAÍS ha tenido, en fin de cuentas, la misma actitud que la prensa tercermundista marroquí en general - y por extensión la definida como 'prensa árabe' en Tamazgha o Norte de África - y que se inspira todavía, y desafortunadamente, en la ideología totalitaria arabo-islámica, marginando y discriminando continuamente la cuestión amazigh. Dicha prensa comparte la opinión de nuestro corresponsal cuando éste afirma que "el Istiqlal, el partido histórico que condujo a Marruecos a la independencia en 1956" (véase EL PAÍS del 12 de mayo de 2013). En realidad la independencia de 'Tamurt n Yakuch' ('tierra de dios', como denominaban los amazighes a su país de Marruecos) se debe sobre todo, de manera sustancial, a la lucha armada del Ejército de Liberación Nacional (ALN) que los amazighes del Rif constituyeron en 1954. Una lucha armada que ha sido más determinante que las maniobras políticas protagonizadas por los nacionalistas urbanos a partir de 1927 tras la derrota de la República del Rif, o a partir de 1934 cuando se forma el Istiqlal sustentado por la burguesía de Fez. Pero lo que sí caracteriza al partido del Istiqlal durante los primeros años de la independencia - por si nuestro periodista lo desconoce - es el hecho de cometer decenas de asesinatos políticos, eliminando a grandes figuras del ALN como Abbas Mesaadi o enviar al ejército real a masacrar a las poblaciones civiles durante la revuelta de Rif en los años 1958 y 1959. Por estas razones los activistas amazighes no cesan de reivindicar la re-escritura de su "historia popular" como pueblo autóctono en vez de la "historia oficial" arabo-islámica que falsificó - o directamente ignoró - un buen puñado de hechos históricos. Como ejemplo baste citar la no mención de la presencia amazigh en la España musulmana y que apenas duró nueve siglos, desde que el amazigh Tarik Ibn Ziad conquistó la Península Ibérica en el 711 hasta la expulsión de los últimos moriscos de las Alpujarras granadinas en 1610.

Otro falso dato aportado por el periodista de EL PAÍS en el artículo del pasado 12 de mayo es tratar al Movimiento Popular (MP) de partido "berberista", una tremenda equivocación que suele también vehicular la prensa francófona. Si bien es cierto que la elite y base electoral de este partido es principalmente amazigho-parlante, el MP ha sido siempre un partido "arabista", como el resto de formaciones, que hoy en día ascienden a más de 34. El PJD y el Istiqlal también cuentan dentro de sus filas con una elite amazigh y una importante base electoral amazighofona. Si tenemos que hablar de 'partido berberista' el único que se ha creado en Marruecos, el 31 de julio de 2005, es el Partido Demócrata Amazigh Marroquí (PDAM), ilegalizado por el gobierno de Driss Jettou el 1 de enero de 2010 por orden judicial. El PDAM constituye una formación política que efectivamente ha portado un "proyecto amazigh" de un estado laico y federal con regiones verdaderamente autónomas. Sobre esto el diario EL PAÍS no ha dicho nada, como cuando su líder, el abogado Ahmed Adghirni fue recibido por todos los partidos políticos españoles con representación parlamentaria, a excepción del PP, en las Cortes de Madrid, el 20 de mayo de 2008.

Si el MP hubiese sido 'berberista' su secretario general, que actualmente ostenta el cargo de ministro de interior, el Sr. Mohand Laenser, se hubiera apresurado a presentar un proyecto de ley en conformidad con su idioma materno, hubiera autorizado los nombres amazighes hace tiempo, hubiera permitido que se exhiban fotos de Abdelkrim El Jatabi en los campos de fútbol de Safi, hubiera dejado que se erija una estatua con la letra zeta amazigh en la plaza pública de Tata, hubiera incluido el amazigh en las nuevas tarjetas de identidad nacional... Y, al contrario, no hubiera permitido que se repriman diariamente a las tribus amazighes por defender sus derechos sobre los territorios colectivos que las autoridades intentan expropiarles. Si el partido fundado por Mahjoubi Aherdan hubiera sido 'berberista' sus representantes electos en el parlamento hubieran hecho lo mismo que la diputada y conocida cantante Fatima Tabaamrant, que utiliza voluntariamente la lengua amazigh en el hemiciclo y no admite censura bajo ningún pretexto, hubieran protestado por el cese del consejo de administración del Instituto Real de la Cultura Amazigh (IRCAM) y también hubieran ordenado que los carteles de las dependencias y vehículos policiales, de todos los ayuntamientos y de sus calles, se escribieran en tifinagh, gracias a ese privilegio de ostentar la cartera más codiciada en los países autoritarios, ¡el ministerio de interior!

Por lo que respecta al movimiento amazigh, pacifista y profundamente democrático, sin ser un movimiento organizado de masas como los islamistas (un tema que sí es muy privilegiado por EL PAÍS) sí ha conseguido que su idioma sea reconocido oficialmente, que se cambie en la constitución el término 'Magreb Árabe' por el de 'Gran Magreb' o tener una televisión propia (TV8-Tamazight). Dicho movimiento, que no cuenta con ningún tipo de apoyo interno o externo, sigue defendiendo la generalización de la enseñanza de la lengua amazigh, organiza tawadas o marchas reivindicativas... y no cesará de movilizarse y organizarse políticamente, y de luchar de forma activa, hasta que no se consiga un estado de derecho, con instituciones democráticas, un estado laico y de regiones autónomas, ¡donde los ciudadanos sean todos iguales ante la ley!

Lo que en definitiva pretendemos con esta CARTA ABIERTA es simplemente aconsejar al gran diario EL PAÍS, y a sus periodistas, no dar ningún trato de favor a la cuestión amazigh. Sólo pedimos que este tipo de informaciones se traten con objetividad e imparcialidad, sin marginarlas ni subestimar su importancia. Sólo demandamos un trato profesional, como el que otorgan, o otorgaban- el resto de periodistas españoles en Marruecos (TVE, TV3, Canal Sur, EFE, ABC, El Mundo, Onda Cero...), capaces de aventurarse en las montañas del Atlas, como ocurrió tras los trágicos sucesos de Anfgou. Periodistas que, al contrario de la mayoría de franceses, no se acomodan en oficinas climatizadas de la capital, ni se conforman con acudir a ruedas de prensa oficiales en lujosos hoteles y, sobre todo, ¡que no sucumben a las filtraciones parciales y tendenciosas de personajes cuyos retratos fueron alzados en las manifestaciones del 20 de febrero!

Rachid Raha