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Paco Soto Corresponsal del periodico catalan «AVUI», Rabat. Edicion del dominical del 9 de noviembre de 2003.

"SOCIALISTAS Y NACIONALISTAS ARABÓFONOS HAN INTENTADO ASFIXIARNOS ECONÓMICAMENTE"

Rachid Raha valora muy positivamente la existencia de Le Monde Amazigh, la única publicación privada profesionalizada que defiende la cultura, la lengua y la identidad de los bereberes de Marruecos. En esta entrevista con AVUI, acusa a los grandes partidos mayoritarios de haber querido entorpecer por todos los medios la consolidación de la experiencia periodística que dirige. Además, se pronuncia por la autonomía de las regiones bereberes de Marruecos en el marco de un Estado federal y democrático.


- Pregunta: ¿Cuándo y por qué decidió crear el periódico Le Monde Amazigh?

- Respuesta: "Yo soy el gerente de la editorial Editions Amazigh. Mi mujer, Amina Ibnou-cheikh, y yo decidimos sacar adelante Le Monde Amazigh el 31 de mayo de 2001, porque vimos que en Marruecos existía un vacío en este tipo de publicaciones. El periódico es mensual y trilingüe, francés, bereber y árabe, y es la única publicación privada profesional. Queremos hacer un producto elaborado, y por eso hemos aumentado la paginación, de 24 a 32 páginas. Poco a poco, hemos profesionalizado el periódico y sacamos entre 7.000 y 10.000 ejemplares. Cada mes conseguimos vender entre 4.000 y 5.000 ejemplares".

- P: Es decir, mucho más que algunos diarios privados en lengua francesa.

- R: "Sí, si, desde luego. Muchos semanarios venden bastante menos que nosotros. La sociedad de distribución Soche Presse, como somos uno de sus mejores clientes, nos está incentivando de muchas maneras. Esta sociedad se ha dado cuenta que nuestras ventas se incrementan sin parar. Tenga en cuenta que cada ejemplar que vendemos es leído por unas 10 personas o más. Los militantes bereberes no tienen muchos medios. Suelen ser estudiantes, maestros o profesores, pero son muy activos y están muy concienciados con la causa de la lengua y de la cultura propias. El problema es que en muchas zonas de Marruecos mayoritariamente bereberes, como en el Atlas, no hay quioscos, y estamos pensando seriamente en encargarnos nosotros mismos de la distribución. En esas zonas la gente distribuye el periódico fotocopiándolo. El bajo nivel de vida y el analfabetismo son también una dificultad para nuestra prensa".

- P: En términos generales, ¿qué balance hace usted de esta experiencia periodística?

- R: "Hemos vivido momentos muy difíciles y hasta estuvimos a punto de cerrar el periódico. Sufrimos muchas presiones por parte de la sociedad distribuidora Sapresse, controlada por los partidos políticos mayoritarios, como los socialistas de la USFP y el Istiqlal (nacionalista). Los socialistas y los nacionalistas árabes siempre han estado en contra de la reivindicación amazigh y son los principales culpables de la política de arabización y de asimilación de la cultura bereber llevada a cabo por el régimen después de la independencia. La USFP y el Istiqlal han sido los grandes defensores del nacionalismo árabe importado del Próximo Oriente. Durante el primer año de nuestra existencia, los socialistas y nacionalistas arabófonos hicieron todo lo posible para asfixiarnos económicamente y nos boicotearon de muchas maneras. Nuestra mayor satisfacción es que hemos sido los únicos en Marruecos que han tenido el valor de enfrentarse a determinados tabúes y nos hemos enfrentado abiertamente a los islamistas. El movimiento bereber, a través de nuestro periódico, se atrevió a movilizarse y a defender la adopción de la grafía latina para el pleno reconocimiento oficial y la normalización social del tamazigh, de la lengua bereber, en contra de los argumentos ideológicos y religiosos de los islamistas, que querían imponer la grafía árabe. Finalmente, se ha adoptado la grafía bereber, el tifinagh; no hemos conseguido nuestro objetivo pero lo importante es que los islamistas no han podido imponer su tesis".

- P: Algo parece estar cambiando en Marruecos. El rey Mohamed VI impulsó hace tres años la fundación del Instituto Real de Cultura Amazigh (IRCAM), se ha adoptado la grafía tifinagh y se ha iniciado la enseñanza del tamazigh en algunas escuelas primarias del país. ¿Cómo valora estos hechos?

- R: "Los valoro positivamente. Creo que son una consecuencia de la dinámcia del movimiento bereber, que ha conseguido movilizar a la sociedad civil. A comienzos de los años 90, sólo existían cuatro o cinco asociaciones bereberes en Marruecos. A finales de esta década ya habían más de 50 y algunos de estos grupos eran confederaciones de asociaciones. En estos momentos hay más de 100 asociaciones en toda la geografía marroquí y ya no están concentradas en el Souss, en la zona de Agadir (600 kilómetros al sur de Rabat), o en el norte de Marruecos. Sólo en el norte de Marruecos hay más de 30 grupos. El rey Mohamed VI tomó la iniciativa de crear el IRCAM porque vio lo que pasó en la Cabilia argelina y supongo que se preocupo de que ocurriera algo parecido en Marruecos. Los militantes bereberes publicaron hace tres años un manifiesto amazigh e intentaron organizar un encuentro en Bouznika (cerca de Rabat) que fue prohibido, porque el régimen tuvo miedo y se pensó que querían fundar un partido político".

- P: De todos modos, la Constitución de 1958 prohíbe explícitamente la creación de partidos de naturaleza religiosa y étnica.

- R: "Sí. Es la manera que tiene el régimen para frenar las reivindicaciones de los bereberes. Los bereberes no somos un movimiento étnico, somos la mayoría de la población de Marruecos. Si los bereberes hubieran conseguido crear un partido habrían conseguido revitalizar las cuestiones lingüísticas y culturales, pero también sociales, económicas y políticas. En cualquier caso, cada vez son más numerosos los bereberes que se dan cuenta de que un régimen federal sería más beneficioso para Marruecos que un régimen jacobino y centralista, como es el Estado marroquí. Quiero también recalcar que las actividades del Congreso Mundial Amazigh han hecho reflexionar al régimen marroquí y lo han obligado a hacer algunas concesiones. Desgraciadamente, la creación del IRCAM provocó en una primera etapa una división y una polémica en el seno del movimiento cultural bereber. Ojalá no pase lo que ha ocurrido en Argelia con la creación del Alto Comisariado del Tamazigh, que no tiene medios humanos ni financieros suficientes y es un instrumento para debilitar el movimiento bereber e ir en contra de la propia lengua".

- P: ¿El movimiento bereber marroquí se ha fijado el objetivo de incidir en los medios de comunicación audiovisuales, para crear espacios sólidos de cultura y de lengua tamazigh?

- R: "Es un objetivo muy importante, porque en estos momentos hay muy pocos espacios, algunos en la radio nacional, pero suelen ser programas folclóricos o música sin ningún tipo de compromiso. Yo estoy a favor de impulsar estos espacios de cultura y de lengua bereberes. En Marruecos, hay en estos momentos grandes cantantes bereberes como Walid Mimoun, Allal Shelh o Fátima Tabaamrant, pero los medios audiovisuales públicos los ignoran totalmente. Lo que es increíble es que la mayoría de la población habla el tamazigh y otra parte el árabe dialectal marroquí, la darija, pero los medios públicos utilizan el árabe clásico, que es una lengua extranjera para gran parte de los marroquíes, aunque se ha impuesto en la enseñanza yen todos los sectores. La lucha contra el analfabetismo no tiene ningúnsentido si no se respeta a la lengua materna de la inmensa mayoría de los marroquíes. La imposición del árabe clásico ha creado un grave problema de identidad en la población. La lengua bereber no es solamente una herramienta de comunicación, es también el soporte de una cultura, una historia, una forma de ser y de pensar de las personas, unos valores".

- P: En su opinión, ¿cuáles son estos valores?

- R"La lengua amazigh transmite los valores de la libertad de expresión y de pensamiento, de la democracia local, del consenso y del respeto, de la igualdad entre hombres y mujeres y de la laicidad. No es el caso de la lengua árabe, que transmite valores autoritarios. Tras la independencia de Marruecos, el régimen quiso abolir todas nuestras estructuras e imponernos por la fuerza estructuras foráneas, la lengua árabe y un cultura política importada del Próximo Oriente. No fue una opción equivocada por parte del régimen, sino una imposición ideológica y política. La arabización ha sido un fracaso y ha favorecido al islamismo político".

- P: A su juicio, ¿qué sistema de organización política necesitaría Marruecos para que pudiera integrar en igualdad de condiciones a sus distintas realidades culturales, lingüísticas e identitarias: bereber, árabe, andalusí y africana?

- R: "El movimiento bereber marroquí defiende mayoritariamente una constitución democrática que contemple la separación de poderes, la organización de un Estado federal y la igualdad entre hombres y mujeres, para acabar con el sistema conservador, religioso y patriarcal.

Nosotros luchamos por la autonomía de las regiones bereberes, lo que suele provocar un terremoto político en Marruecos cada vez que lo planteamos. La opción de la autonomía para solucionar el conflicto del Sáhara podría ser un buen ejemplo para los bereberes, que viven en las zonas más pobres del país y con mayor número de emigrantes. Tomamos como ejemplos los casos español y alemán. Pienso que hay que crear un debate en el conjunto de Marruecos, pero a mí algunos sectores del nacionalismo árabe y la prensa sensacionalista me han atacado y me han acusado de separatista por haber planteado abiertamente la cuestión de la autonomía".

- P: Los detractores del movimiento bereber acusan a una parte de sus miembros de ser xenófobos y racistas antiárabes. ¿Qué lectura le merece esta posición?

- R: "Son críticas infundadas. Los que son víctimas del racismo son los bereberes. Los arabófonos no han hecho nunca el esfuerzo de aprender la lengua originaria, y milenaria, de Marruecos y de muchos otros territorios, el tamazigh. Los bereberes, sin embargo, son fundamentalmente bilingües; a parte de hablar su lengua han hecho el esfuerzo por aprender el árabe.

Esto facilita la comunicación. Los intelectuales y los políticos arabófonos plantean mal el problema, mienten y acaban imponiendo sus ideas y su lengua a la población".

PERFIL

Rachid Raha nació hace 38 años en un pueblo del Rif (norte de Marruecos), entre Melilla y Nador. Es antropólogo, periodista y autodidacta.

Estudió las carreras de medicina y de biología en Francia y en Granada y fundó el movimiento cultural bereber en el Estado español. Fue también uno de los fundadores del Congreso Mundial Amazigh, en 1995, institución de la que fue elegido presidente en 1999 hasta el año 2001.